SpaceX ha marcado un hito en la exploración espacial al llevar a cabo la primera caminata espacial privada con su misión Polaris Dawn. Ayer, Jared Isaacman, multimillonario y comandante de la misión, y Sarah Gillis, ingeniera de SpaceX, realizaron la caminata fuera de la cápsula Dragon a una altitud de 700 km, mucho más alta que la Estación Espacial Internacional (EEI).
Isaacman, el primero en salir, se agarró de una estructura metálica en la parte delantera de la cápsula mientras admiraba la vista: “Es precioso”, comentó desde su posición. Gillis le siguió, utilizando el paseo para probar los nuevos trajes espaciales de la compañía.
El paseo, que duró menos de dos horas, fue significativamente más corto que las caminatas espaciales de la NASA, que suelen durar entre siete y ocho horas. A diferencia de las caminatas tradicionales, que requieren desplazamientos extensos para reparaciones, la misión de SpaceX se centró en una prueba rápida y eficaz del equipo.
Ambos astronautas estaban conectados a la nave mediante cables de 3.6 metros, aunque no realizaron maniobras complejas como en la EEI. La caminata se realizó sin incidentes graves, salvo algunos fallos menores, como la necesidad de abrir manualmente la escotilla y algunos problemas con la junta.
Los otros dos miembros de la tripulación, Scott Kidd Poteet y Anna Menon, supervisaron el evento desde el interior de la cápsula. Los cuatro pasaron un intenso entrenamiento de más de dos años para esta misión.
El vuelo, que partió de Florida, estableció una nueva órbita a 740 kilómetros de la Tierra, el más alto alcanzado por humanos desde las misiones lunares. Este evento es un avance significativo en la exploración espacial comercial, financiado por Isaacman y la empresa de Elon Musk.
Hasta la fecha, solo 263 personas de 12 países han realizado caminatas espaciales, comenzando con Alexei Leonov en 1965.