Annapurna Interactive, destacado editor de juegos indie, enfrenta una crisis sin precedentes con la renuncia masiva de casi 30 empleados, incluidos altos directivos. Según un reporte de Jason Schreier para Bloomberg, la controversia se desató después de una disputa con Megan Ellison, dueña de la compañía.
El conflicto comenzó cuando Nathan Gary, presidente de Annapurna Interactive, y su equipo solicitaron que la división de videojuegos operara de manera independiente. Ellison, que también encabeza el consejo de la empresa matriz, se negó a esta separación, lo que provocó la dimisión en bloque del personal de la división de videojuegos.
En respuesta, Ellison aseguró que los proyectos actuales de videojuegos de Annapurna no están en peligro. «Nuestra principal prioridad es continuar apoyando a nuestros socios desarrolladores y editores durante esta transición. Estamos comprometidos no solo con nuestra lista de juegos existente, sino también con la expansión de nuestra presencia en el espacio interactivo a medida que continuamos buscando oportunidades para adoptar un enfoque más integrado de la narración lineal e interactiva en el cine y la televisión, el juego y el teatro», afirmó. Esto incluye el reciente acuerdo con Remedy Entertainment para adaptar Control y Alan Wake a cine y televisión, así como la financiación de Control 2.
Annapurna Interactive es conocido por su enfoque en juegos independientes aclamados como Ashen, The Artful Escape, Outer Wilds, Florence, Sayonara Wild Hearts, What Remains of Edith Finch, Neon White, Cocoon, Journey, Stray, y Kentucky Route Zero. La crisis actual plantea serios desafíos para el futuro de la empresa en el competitivo mercado de videojuegos.